ENEASÍLABO
(De enea, y del gr. sillabé, sílaba.)
Verso simple de nueve sílabas con acento obligatorio en la octava. No muy frecuente en castellano, se ha empleado fundamentalmente para estribillos de canciones populares. Neoclasicismo y Romanticismo son las épocas en que más se usa, para alcanzar, durante el Modernismo, su momento de mayor lirismo, de la mano de autores como Salvador Rueda y Rubén Darío (Juventud, divino tesoro).
Tu no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante un muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida y sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.[...]
Palabras para Julia, JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO.
La posición de los acentos del verso produce la siguientes variantes:
-Eneasílabo anfibráquico, dactílico o esproncedaico: Acentuado en segunda, quinta y octava sílabas.
-Eneasílabo compuesto: Dividido en dos unidades de cuatro y cinco versos o viceversa.
-Eneasílabo de canción: Acentuado en cuarta y octava sílabas.
-Eneasílabo de gaita gallega: Acentuado en primera, tercera, sexta y octava sílabas.
-Eneasílabo irartino: Acentuado en tercera y octava sílabas. A veces, también en sexta.
-Eneasílabo laverdaico o sáfico braquicatalecto: Acentuado en segunda, sexta y octava sílabas. Es igual que el endecasílabo sáfico, pero sin las dos primeras sílabas.
-Eneasílabo libre o polirrítmico: Cada uno de los eneasílabos de distinta clase que coinciden dentro de una misma composición.
-Eneasílabo yámbico o trocaico: Acentuado en todas las sílabas pares, o en todas excepto la segunda.
Véase Nonasílabo y Novesílabo.